domingo, 30 de enero de 2011

LECHES VEGETALES: Alternativas a la leche de vaca



Esta vez recopilé algunas recetas de leches vegetales. Unas las conseguí en la web y otras son de uso común por aquí.
El ajonjolí es muy rico en calcio (más que la leche de vaca) y más fácil de asimilar.
Pruébenlas y luego me comentan.

Leche de coco
Leche de almendras
Leche de arroz
Carato/ leche de ajonjolí


Leche de coco
Ingredientes

La pulpa de un coco (no tierno)
1 litro de agua bien caliente
Opcional para endulzar: papelón, miel o estevia

Preparación

Licúe muy bien los trozos de coco con la mitad del agua. Cuélelo y vuelva a licuar los residuos con el resto del agua.
Agitar antes de usar.
Se puede endulzar con un poco de papelón o miel, si no está contraindicado. También se puede aromatizar con canela, clavo, anís, etc.

Leche de almendras
Ingredientes
• 1 Porción de almendras (70 gramos)
• 4 tazas de agua fría
• Ajonjolí al gusto (aumenta el calcio en las bebidas) -opcional
Preparación
• Antes de pelar las almendras, póngalas en agua hirviendo por 5-7 minutos
• Después de pelarlas déjelas en remojo por una noche u ocho horas
• Mezcle todos los ingredientes en una licuadora (batidora) hasta que tenga un mezcla homogénea
• Después de batirlas, deje que se asiente por unos 30 minutos
• Cuele la mezcla con un paño fino o colador
• Esto hace unas 4 a 5 tazas
• Puede agregarle un poco de pasas, vainilla, etc., para darle sabor
• Guarde la "leche" en el refrigerador.


Leche de arroz
Ingredientes
• 4 tazas de agua caliente o tibia
• 1 taza de arroz cocinado (Integral o blanco)
• 1 cucharadita de vainilla
Preparación
1. Mezcle todos los ingredientes en una licuadora (batidora) hasta que tenga una mezcla homogénea.
2. Después de batirlos, deje que se asiente por unos 30 minutos.
3. Cuele la mezcla resultante.
4. Este hace unas 4 a 4.5 tazas.
5. El sabor dependerá de como usted cocine el arroz. Trate diferentes formas, hasta que consigue el que tenga mejor sabor.
6. Si lo desea para variar puede hacer dos cosas. La primera después de limpiar el arroz, úselo crudo en lugar de cocinado. Por otro lado puede dejarlo en remojo toda la noche y batirlo con los otros ingredientes a la mañana siguiente.

Carato de ajonjolí

Ingredientes
1 taza de ajonjolí crudo
1 litro de agua bien caliente
Opcional para endulzar: papelón, miel o estevia

Preparación

Tueste a fuego bajo en una sartén el ajonjolí, removiéndolo constantemente hasta que adquiera un color dorado, sin quemarse.
Licúelo muy bien con la mitad del agua. Cuélelo y vuelva a licuar los residuos con el resto del agua.
Agitar antes de usar.
Se puede endulzar con un poco de papelón o miel, si no está contraindicado. También se puede aromatizar con canela, clavo, anís, etc.

Leche de ajonjolí

Alternativamente se puede preparar la leche de ajonjolí remojándolo, en lugar de tostarlo, como se hace con las almendras.

sábado, 1 de enero de 2011

EL FIN DE UN MITO NUTRICIONAL: LOS VILLANOS SON LOS CARBOHIDRATOS, NO LAS GRASAS SATURADAS



En este nuevo año que recién comienza les hago llegar mis mejores deseos de bienestar, salud y prosperidad. Y para calentar motores arrancamos con una noticia que pasó desapercibida en el 2010.
En un reporte sobre un meta-análisis publicado en el American Journal of Clinical Nutrition y el cual incluía aproximadamente 350.000 personas, no encontraron ninguna asociación entre el consumo de grasas saturadas y las enfermedades cardíacas. Por el contrario sí se encontró correlación con el consumo de carbohidratos y este tipo de enfermedades. Esto me recordó lo que Miguel Leopoldo Alvarado llama "síndrome de inadaptación a los carbohidratos refinados".
A pesar de que el consumo de grasas saturadas sí sube el colesterol, el profesor Meir Stampfer de la Escuela Pública de Salud de Harvard señaló que el colesterol total no es un buen indicador de riesgo cardíaco. (Al parecer lo importante son los indicadores bioquímicos de inflamación). De hecho, en un estudio que él publico en el New England Journal of Medicine, aquellas personas que consumieron menos carbohidratos y más grasas perdieron dos veces más peso que aquellos que estaban en un régimen bajo en grasas.
Creo que muchos profesionales de la salud y la nutrición van a tener que reevaluar lo que aprendieron y ponerse al día con los "nuevos" descubrimientos. Cada día las investigaciones sobre una dieta saludable nos acercan más y más a la alimentación del hombre paleolítico. De ésto hablaremos con más detalle en otra entrada.
Son muchos los estudios que demuestran que consumir muchos azúcares y harinas refinadas o demasiados carbohidratos en total, es el factor más importante sobre nuestra salud. Es más importante que consumir grasas, con relación a la ganancia de peso, el riesgo cardiovascular y la diabetes.
Como anécdota el Profesor David Ludwig llegó a decir: "si reduces tu consumo de grasas saturadas y las reemplazas por carbohidratos de alto índice glicémico, no sólo no obtendrás beneficios, sino que en realidad te harás daño. La próxima vez que comas un pan tostado con mantequilla considera que la mantequilla es el componente más sano".

¿Quedó alguien en estado de shock?.

Hay que sacudirse las telarañas del cerebro o como dicen otros quitarse las gríngolas de los ojos.
Ahora bien, cuidado, no todas las grasas son buenas.
Las que son verdaderamente malas son las grasas trans y los aceites hidrogenados. Es decir, las que provienen de las frituras y las grasas industriales como margarinas y afines. No son dañinas las que nos habían dicho que eran malas porque eran saturadas, como las que se encuentran en la carne de animales, los huevos de aves y en algunos vegetales como el coco y el aceite de palma. Tampoco son buenos los aceites hiperrefinados como los de canola, maíz, soya, etc. Mientras menos proceso industrial tenga un aceite, mejor para la salud. Mientras menos los calentemos, mejor. Por ello son recomendables los aceites extravírgenes de oliva, los de coco y los de palma. Otras grasas que también se consideran beneficiosas son la de la mantequilla, el aguacate, nueces y afines.
Con razón yo bajaba de peso en la medida en que comencé a tomar más aceite de oliva y a comer más aguacate. Mientras más los tomaba, más bajaba. Y sin hacer dieta.
Creo que el contar calorías para bajar de peso está llegando a su fin, está obsoleto. Una nueva manera de enfocar la alimentación se está gestando y hay que estar abierto a estos cambios.
Los invito a afrontar este nuevo año 2011 con una mente abierta, aunque siempre crítica y con ganas de seguir aprendiendo. No olvidemos que aprender nos mantiene jóvenes.